Alquilamos un dúplex hermoso: 3 dormitorios, vestidor, 3 baños, cocina comedor, garaje con parrilla, living comedor... todo para nosotros dos.
Por suerte los dueños vivían al lado y era quienes me daban las recomendaciones de los lugares a donde ir y demás.
Llegamos un domingo, dorminos en un hotel y el lunes llegó la mudanza.
El martes de madrugada, pasó un taxi a buscarlo, lo llevó hasta el aeropuerto y de ahí viajó en avión hasta su trabajo, dentro de 7 días lo volvería a ver.
Yo estaba acostumbrada a vivir siempre en pueblos grandes... el llegar a la ciudad fue todo un trastorno para mí. Los mercados quedaban lejos de mi casa, si salía en la camioneta, tenía que volver temprano porque los robos se producían precisamente cuando uno intentaba guardar el coche, los demás vecinos apenas saludaban. Una noche el viento hizo activar la alarma mientras dormía y entré en pánico total, por suerte me tranquilicé y pude ver que no era nada.
Mis hernias comenzaron a dolerme... así y todo y con la ayuda de una empleada pudimos poner la casa en orden.
Quedó hermosa!, compré cortinas, las adapté... pero de a poco iba cambiando mi rutina... me acostaba muy tarde (me daba miedo estar sola y recién me dormía bien cuando empezaba a amanecer) y me levantaba tarde.
Estaba ansiosa por la llegada de Él, quería que viera cómo había dejado el hogar.
Descubrí que ahora no era tan fácil como antes inyectarme un calmante para el dolor, esta vez tenía que ser con la receta médica.
Lo esperé en la puerta, ni bien bajó fui corriendo a recibirlo, en ese momento no me di cuenta que sólo recibí un beso en la frente.
Entró... recorrió todo (yo, como un perro detrás suyo), hizo algunas críticas... pero ninguna frase de reconocimiento, al contrario, lo único que me preguntó fue si había conseguido trabajo. Me desconcertó. Me llevó una semana poner en orden todo y me venía a preguntar eso? cuando una de las frases que me había dicho para que lo acompañara era que no buscara trabajo, que me tomara mi tiempo y viera si había algo que quisiera estudiar?? Estaba loco??.
Los primeros días de su descanso fueron difícil para ambos, él no estaba acostumbrado a estar tanto tiempo sin hacer nada, las películas en el cine no las cambiaban todas las semanas, al centro todos los días era ir a ver lo mismo... yo no me podía dormir temprano, me sentaba a tejer o a mirar la tele. Un desastre!.
Cuando nos pudimos amoldar el uno al otro, nuevamente se tuvo que ir y volví a quedarme sola.
Gracias a un médico conocido conseguí una cita con el mejor cirujano de columna. Después de una nueva resonancia vio que las hernias se habían colocado en un lugar donde eran imposibles operarlas. No me quedaba otra que seguir conviviendo con el dolor e ir a un gimnasio para fortalecer los músculos que el corsé había debilitado.
Comencé el gimnasio (odio hacer gimnasia) de lunes a viernes por la mañana, llegaba, limpiaba mi casa, comía cualquier porquería y me sentaba a mirar tele.
Para empezar a estudiar tenía que esperar al año próximo ya que todas las carreras habían empezado.
Los domingos esperaba el diario ansiosa y mientras desayunaba marcaba las posibilidades laborales. Tiré currículums por todas partes.
Había cambiado tanto él conmigo que no podía salir del asombro. En una oportunidad tuve una entrevista laboral, y al dejarme en el lugar, en vez de desearme suerte sólo me dijo "no te hagas ilusiones, si pasas, te van a hacer estudios psicofísicos y se van a dar cuenta de tu columna... no te olvides que sos una discapacitada".
Mi autoestima iba cayendo poco a poco, no tenía ganas de nada, sólo de que se fuera a trabajar y no volviera más.
Había cambiado tanto él conmigo que no podía salir del asombro. En una oportunidad tuve una entrevista laboral, y al dejarme en el lugar, en vez de desearme suerte sólo me dijo "no te hagas ilusiones, si pasas, te van a hacer estudios psicofísicos y se van a dar cuenta de tu columna... no te olvides que sos una discapacitada".
Mi autoestima iba cayendo poco a poco, no tenía ganas de nada, sólo de que se fuera a trabajar y no volviera más.
Su-Saraza

Ayyy.. me sentí re identificada con lo que escribiste, me siento más tranquila conmigo misma cuando él se va a trabajar y cuando vuelve... cuando vuelve me inunda el sopor y una tristeza que me ahoga...
ResponderEliminar