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jueves

La octava finalista.

Jueves 16 de Diciembre de 2010.

La semana pasada Ronnie Arias largó un concurso donde dice que  tiene 4 sillas vacías para ir a cenar con él. La consigna: Escribir la mejor fiesta de fin de año que hayas tenido.

Mis amigas del faceb me empujaron a escribir. Postée la siguiente.

"Mis Navidades fueron tristes en gral. pero una que me marcó y mucho, fue la del año 2008. Estábamos sólos... mi hermano, mi hijo y yo, comiendo lo poco que teníamos para esa fiesta, sandwich de miga caseros con una gaseosa. Mi gordo todavía no tenía 2 años, Papá Noél le traería esa noche una triciclo (no sabía cuánto tiempo le iba a durar por lo ordinario que era, pero en fín... era lo único que se podía). Le pedí a mi hno. que lo entretuviera mientras yo se lo dejaba en la pieza. Volví a salir y el gordito estaba afuera -" Ah. no Gena, si tenés el chupete puesto Papá Noel no te va a dejar nada, anda a dejarlo en la cuna, mi amor", fue para la pieza y lo seguimos. El grito de alegría que pegó, jamás me lo voy a olvidar en mi vida, largó su chupete y se subió enseguida!!!, con mi hno nos miramos y se nos caían las lágrimas de ver tanta felicidad!!... Esa fue la primer navidad linda que tuve."

De las personas  que publicaron historias, la producción de "Mezclate con Ronnie", eligió 8... dentro de esas estoy yo.

Mañana se sabrá quiénes son las 4 las elegidas... Sólo resta esperar.

Dicen que cuando uno desea algo con muchas, muchas ganas y fuerzas... el universo todo, conspira para que se cumpla.

Su-Saraza

lunes

Ese primer amor!!!

En el amor, la mayoría de las mujeres, desde chiquitas vamos más apuradas que  los hombres. Ya a los 3 años, tenemos más de un novio (así nos va de grande, después). En cambio el varón, todavía no tiene despierta  esa fase, es más boludón.  Él a los 6 años tiene una sola novia y esa novia es su ma-má.

Mi gordo, por suerte, nunca tuvo problemas de adaptación, es una persona muy sociable y cariñosa. Así que cuando al año lo mandé a la guardería se quedó lo más bien.
Al mes empezó a ir una nenita que lloraba siempre que la dejaba su madre, hasta que él empezó a esperarla todos los días cuando llegaba y agarrándola de la manito, la llevaba a jugar con el resto... era "la fofi" (la Sofi). Donde iba uno, al lado estaba el otro. Protector y protejida.

Cuando ella cumplió los 2 añitos, lo invitó a su cumpleaños y ahí me enteré que era mi nuera. (De esos noviazgos que el otro no sabe que es el novio).
Pero por esas cosas del destino, ellos se mudaron del barrio, así que a la hora de sorteo de Jardines quedaron separados.
Eso sí, cada vez que se encuentran se abrazan y besan recordando quizás los buenos momentos pasados juntos.

El domingo, en el supermercado me encontré con su madre y ahí nomas nos pusimos a charlar de nuestros retoños. Yo había ido sola porque el gordito prefirió quedarse a mirar dibujitos... pero la Fofi, ni bien me vio me preguntó por su Gena.
Entónces la madre me contó que un día había venido del Jardín con el siguiente planteo: "Mami, en mi salita hay un nene que se llama Damian que me dijo si quería ser su novia... pero yo no puedo... porque siempre voy a ser la novia de Genaro".

¡Qué lindo! ¡Que ganas de volver a ser pequeña, de tener esa inocencia, de un amor en el arenero del Jardín!

Su-Saraza

miércoles

Estrenando pileta

Cuando estrenamos la pileta de Mariana, con tantas carencias todavía... para nosotros era El Paraíso

con referencia a: Twitter (ver en Google Sidewiki)

La biciteta anadanja


Ya estamos a mitad de mes... qué rápido que pasa el tiempo por farol!!!.
El año pasado para esta fecha andaba enloquecida buscándole una bicicleta para el gordito,como regalo de Navidad.

Estaba enloquecido con el color naranja, y como ya le quedaba chico el triciclo (de plástico) del año anterior, le dije que le íbamos a pedir una a Papá Noél, porque se había portado muy bien... "yi, pedo e colo anadanja" "bueno, le vamos a poner que querés de ese color pero si ya no tiene..." "no pota, ota igual". Puff, qué alivio!!.

Averigüe por una nueva, costaba $ 580 !!! (ni loca podía gastar tanto!), le pregunté a TODO el mundo conocido si no tenían alguna que ya no usaran que quisieran vender.
- Vos sabés que la regalé hace poco porque me molestaba.
- Se la cambié por una más grande.
- La saqué afuera para que se la llevara alguien que le hiciera falta, porque ya le quedó chica.
... Y así, infinidades de respuestas mientras iban corriendo los días y mis esperanzas se iban desvaneciendo.

Una mañana le comenté a Sandita, que andaba buscando una y... al rato me llamó para decirme que su empleada tenía una colgada en el galpón que necesitaba vender.
Cuando pasó el Ruso a buscarme para ir al trabajo, nos desviamos para ver la bicicleta y... justo era una chiquita... de color NARANJA!!!!. Yo no lo podía creer!!!
Le pedí que me la guardara, para  cuando cobrara la pasaba a buscar, pero me la dio igual, total después le alcanzaba cuando pudiera los $ 80.
La cargamos en la camioneta y la llevamos al trabajo, la escondimos en un galpón... y en los ratos libres, entrando media hora antes, la fuimos poniendo en condiciones.
Compré pintura para el manubrio, el Ruso lo arenó y pintó, la llevé al bicicletero para que le disimulara una yanta que no se veía bien y que me diera las rueditas que le correspondieran a su tamaño.

Así, limpita y reluciente, volvió a esperar a que llegara el momento camuflada entre cajas y bolsas nuevamente en el galpón.

El 3 de diciembre, Jr. recibió un regalo importante en el día de su cumpleaños, el moño grande que lo decoraba lo tiró al al cesto de los papeles. Horas más tardes, cuando quedé sola, lo rescaté y fui corriendo a ponérselo en el manubrio de la bicicleta.

El 24 a la noche... cuando el gordito abrió la puerta, allí estaba... su biciteta ANADANJA. Era tal su alegría que esa noche pedaleó hasta las 3 de la mañana. Cuando lo acosté (con la bici al lado de la cama)... le dolían las penas y no se podía dormir de lo exitado que estaba.
Con los ojos entornados por el sueño me comentó... "vo lo vite mamá a Papá Nuel?... vite que iba en camoneta tomando ceveza?"... y se quedó dormido.
Era verdad!!, vimos pasar a una persona vestida de Santa Claus, saludando a la gente y tomando cerveza.

Lo besé en esos cachetes gordos que tiene con olor a perfume y yo también me acosté a descansar... feliz por haber podido cumplirle el sueño a mi hijo.



"...Es cierto que cuando uno desea algo con muchas, muchas fuerzas
termina por cumplírsele..."

Su-Saraza















jueves

Yonny... Bravo?

Ahora que están todos los mineros sobre la tierra... se les va a armar la hecatombe a algunos!!!
Parece que el primero en salir era Yonny Barrios, 50 años, casado, quien  en Gran Hermano Copiapó, después de unos días confesó que tenía una amante con la cual convivía antes de quedar atrapado.
Pero el minero dijo, "que suba Florencio... yonny salgo".
¡Claro... porque se las veía venir!. A pesar de no saber la disputa entre su mujer y su amante, pero se sentía más seguro allí abajo.
La esposa dijo "si él la invitó a ella... yonny voy, me alegro que esté vivo, que esté a salvo pero... yonny aparezco".
Pasaron las horas, la angustia de los que estábamos mirando por tele, los nervios de los mineros atrapados... hasta que la Lotería cantó: Barriosss.... ubicaciónnnnn.... veintiuuuunoooo!!!!, y no le quedó otra que subirse a Féniz 2 y dar la cara. ¡Qué momento!.

Cuando abrieron la cápsula... ella se acercó, lo abrazó, se abrazaron y al oído le preguntó:
- ¿Vino mi Sra?.
- Yonny sé, después de la golpiza no volvimos a vernos, vos sabes algo?.
- No, hace como 70 días atrás me preguntó si yo salía con alguien y... lo negué, que me trague la tierra si te miento, alcancé a decirle, después se cumplió la promesa...pero ahora estoy acá huevonsita... llegó la hora de disfrutar.

MORALEJA: Cuando estés por portarte mal, pensá que , siempre, siempre hay alguien que te puede ver. Como en éste  caso, que la audiencia fue mayor que cuando se jugó el Mundial de fútbol.

P.D: Pobre la mujer que convivió con él tantos años, de sacrificios, de lucha, de necesidades...
Rica la mujer que ahora va a disfrutar el dinero que le dieron a Yonny por haber sobrevivido.

Bravo por Yonny, alias Dr. House, que gracias a sus básicos conocimientos sobre enfermería pudo ayudar a sus compañeros de encierro con sus problemas de salud. 

Su-Saraza 

   

martes

¿Eso fue amor?

Hubo una vez, una joven mujer que carecía de belleza física. Era tal su convencimiento que se fue convirtiendo en entrovertida. Lo único que tenía libre albedrío en ella eran sus sueños... que apareciera un Ada y con su barita mágica la convirtiera en una mujer bella y poder así encontrar su príncipe. 

Una noche sus amigas que se reían de sus miedos porque la consideraban hermosa como persona y por eso la amaban, la obligaron a ir a una fiesta.  Contra su voluntad se vistió con sus clásicos jeans y una camisa, disimulando su formado cuerpo y asistió...
Pasada las 12  lo vio entrar, era un muchacho hermoso, rubio y de ojos del color del cielo, él saludó a los conocidos y se dirigió a ella para presentarse.
Esa noche conversaron mucho, bailaron lentos... ella apoyada en su pecho tenía miedo de que él escuchara el latido loco de su corazón y consiente de que podía ser la única vez que se perdiera en esos brazos, se permitió soñar un futuro juntos, mientras el aroma importado de él amenazaban con hacerle perder el conocimiento.
Los días pasaron y siguieron viéndose, él la iba a buscar al trabajo, pasaban juntos cada momento libre que tenían.
Después del primer beso vino la "piel", esa conexión de delirio que pocos encuentran al hacer el amor.
Poco a poco fue perdiendo ese complejo de fealdad... el amor la hizo ver hermosa, radiante de felicidad.

Un día él propuso que se fueran a vivir juntos... y ella aceptó. Siguieron conociéndose, él dibujaba el futuro y ella lo pintaba. Sobrevivieron crisis que ayudaron a fortalecer esa unión.
Por cuestiones laborales de él, tuvieron que emigrar hacia un futuro incierto... pero juntos. Conocieron varios lugares, vivieron épocas de bonanza... pero cada vez ella veía alejarse más esos proyectos que él le había prometido.
Se negaba a aceptar que fuera todo una mentira, de sólo mirarlo se le seguía derritiendo el corazón... y él lo sabía.

Ella ya no trabajaba, sólo estaba pendiente de los caprichos de su amado. Si él la veía triste sabía muy bien cómo alegrarla... volvía a hablarle de esos dibujos que pintaron juntos... y que cada vez estaban más cerca de poder cumplirse.
Y así... fueron pasando los años, el largo tiempo de ocio la llevó a confundirla cada vez más hasta el punto de perder su identidad... era una marioneta manejada por las hábiles manos de un manipulador.

Una mañana despertó manchada en sangre... estaba sola, asustada se levantó sin entender lo que pasaba. Se desnudó y al mirarse en el espejo descubrió que la herida provenía del corazón.
Intentó levantarse, pedir ayuda... pero él no respondió... estaba sola, como lo estuvo siempre, desde el día en que lo conoció. Con la diferencia que ahora tenía muchos años más, todavía esperaba la llegada de los hijos de ese amor, que por cualquier excusa tonta él iba postergando y ella aceptó.
Se dejó caer al piso... cansada... desilusionada... frustrada por ese Dios que ella creó.
"¿Realmente esto es el amor?". "¿Tan necesitada estuve de afecto hasta llegar en dónde estoy?".

Cuando él llegó al hogar... no lo estaba esperando como siempre, la llamó, la buscó... la encontró en la habitación.
Nunca se dio cuenta él por qué ella jamás se levantó, pensó que era jaqueca o quizás para llamarle la atención.  Le dio un beso en la frente y volvió a salir no sin antes susurrarle al oído "te quiero... nunca lo olvides" y desapareció.
Ella hacía tiempo que había dejado de escuchar... poco a poco se fue consumiendo... cada día un poquito más.

Cuando él volvió a aparecer la encontró acostada en el mismo lugar.  Recién ahí se dio cuenta... que ella ya no estaba más.

Su-Saraza  
  

Una REINA para un Rey

     Cuentan que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando esposa. Por su palacio pasaron todas las mujeres más hermosas del reino y de otros más lejanos, muchas le ofrecían además de su belleza y encantos, todo tipo de  riquiezas pero ninguna lo satisfacía tanto como para convertirla en su reina. Cierto día llegó una mendiga al palacio y con mucha lucha consiguió una audiencia. “no tengo nada material para ofrecerte sólo puedo darte el gran amor que siento por ti, si me lo permites puedo hacer algo para demostrarte ese amor”.
     Esto despertó la curiosidad de ese rey quien le pidió que dijera qué sería eso que podía hacer. “Pasaré 100 días en tu balcón sin comer ni beber nada, expuesta al frío, a la lluvia, al sol, al sereno de la noche, si puedo soportar estos días… entonces me convertirás en tu esposa”.
     El rey sorprendido más que conmovido respondió “acepto, si una mujer puede hacer todo esto por mi, es digna de ser mi esposa”.
     Dicho ésto la mujer empezó su sacrificio. Empezaron a pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores tempestades, muchas veces sentía que desfallecía del hambre y el frío pero la alentaba imaginarse finalmente al lado de su gran amor. De vez en cuando el rey asomaba la cara desde las comodidades de su habitación y le hacía señas de aliento con el pulgar. Así fue pasando el tiempo… 20 días… 50, la gente del reino estaba feliz pues pensaban “¡¡por fín tendremos reina!!” . …90 días y el rey continuaba asomando la cabeza de vez en cuando para ver los progresos de la mujer. “Esta mujer es increíble” pensaba para sí mismo… y volvía a darle aliento con señas .
     Al fín llegó el día 99 y todo el pueblo se reunió en las afueras del palacio para ver el día en que aquella mendiga se convertiría en esposa del rey. Fueron contando las horas… ¡a las 12 de la noche de ése día tendrían reina!!!
   La pobre mujer estaba muy desmejorada, había enflaquecido mucho y contraído enfermedades. Entonces sucedió...
     A las 11 del día 100, la mujer decidió retirarse del palacio, dio una triste mirada al sorprendido rey y sin decir ni media palabra dio media vuelta y se marchó. La gente estaba conmocionada, nadie podía entender por qué aquella valiente mujer se había rendido faltando tan sólo una hora para ver sus sueños convertirse en realidad. ¡Había soportado tanto!.
     Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo sucedido… le preguntó “¿por qué te rendiste a tan sólo instantes de ser la reina?” y ante su asombro… ella respondió: “estuve 99 días y 23 horas en su balcón, soportando todo tipo de calamidades, y no fue capaz de liberarme de ese sacrificio, me veía padecer y sólo me alentaba a continuar sin mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento, esperé todo ese tiempo un atisbo de bondad y consideración que nunca llegaron entonces entendí que una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega que sólo piensa en sí misma no merece mi amor".



"Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta rogar, aunque te duela… retírate. Y no tanto porque las cosas se tornen difíciles sino porque quien no te haga sentir valorada, quien no pueda dar lo mismo que tú, quien no pueda establecer el mismo compromiso, la misma entrega… simplemente no te merece."

Su-Saraza

domingo

Los celos de mi marido por mi obsesión

Esta es una consulta para Su Sarasa . Resulta que mi marido dice que estoy obsesionada con el dueño del muro Ronito Arias. Son celos porque hay un hombre que me contesta más que él? o el hombre en cuestión es realmente mi obsesión, ya que todo lo que se habla en la casa tiene que ver casualmente con las consignas diarias del programa ...¿Debería tratar el problema con un profesional ó ignorarlo nada más?
A la espera de una respuestas, yo LU. Por favor no divulgue mi nombre … puede usar un alias como Lupeta, Lupita, Lupota… o él que ud. elija.



Buenas tardes pequeña Lupite.
Ante todo quisiera aclararte que estás consultando con una profesional y que mi apellido de soltera es Torio, pero bueno, dejemos esas pequeñeces de lado y concentrémonos en tu problema.
Quisiera que supiéramos de qué estamos hablando… no de tu obsesión, sino de los CELOS de tu marido!!
Estoy segura, que tú angustia no proviene de la obsesión Lupite, sino de las palabras insistentes de él hacia esa figura que admiras… y créeme querida, que lo peor que hay es tener un marido celoso!!
Lo que él no acepta es que haya otro hombre que te conteste más que él y que sobre todo te suba la autoestima.



¿Y cómo se controla a un marido celoso?
     No hay mejor defensa que un primer ataque: obsérvalo constantemente mientras él mira la tele y babea ante un culo de alguna figura conocida y hazle tú una escena, descalificando a la dueña de esos glúteos. Déjale en claro que por lo menos tu obsesión tiene todo original. (menos el nombre)
     Oblígalo a mirar figuras públicas con comentarios como: “no te pierdas esas lolas!!” “mira las piernas de aquella… ni un gramo de celulitis” y termina de ablandarlo con “¿qué te parece si con el dinero que tenemos ahorrado para la ortodoncia del nene me hago un rejuvenecimiento vaginal?” y… “si llegara a sobrar algo me podría sacar las 2 costillitas como Thalía, no? para afinar la cintura” (aunque por dentro sepas que debes sacarte el costillar entero para que se note, pero eso le dará a pensar que estas dispuesta a volver a conquistarlo, que la relación te importa).
     A ésta altura, ya tienes el 50% de su ego machista metido en el bolsillo.
     Hazle ver la importancia que tiene para la pareja que Ronnie te responda más que él, comienza a bombardearlo con preguntas sin darle tiempo a las respuestas.
     Adúlalo con comentarios tales como “pero gordito… me encanta cuando salimos a dar vueltas en auto, lo bien que manejás” ó “lo que me enamoró de ti fue cuando te ví andar en bicicleta… qué equilibrio!!!... y sin rueditas” (todas sabemos que Ronaldo NO sabe manejar, NO sabe nadar, NO sabe andar en bicicleta NI atarse los cordones).


     Si con estas sugerencias no llegara a cambiar, siempre está la opción de amenazarlo con invitar a tu madre a pasar un mes de descanso en vuestra casa (eso te dará a ti la libertad suficiente para seguir diariamente las consignas del programa del año).

     Y por último ésta debe ser tu  decisión... es más fácil encontrar un marido que un grupo de amigas con las que compartes y escuchan la misma obsesión.


     Me despido de ti con una frase que me caracteriza: “métele para adelante… que para atrás se sale” Lupite.





Lic. Susana Torio de Saraza

viernes

Los ronquidos de mi marido no me dejan dormir!!!

“Buenos días Licenciada, me dirijo a Ud. para pedirle un consejo. Hace  casi un mes que no sé lo que es pegar un ojo de noche debido a los ronquidos insoportables de mi marido.....
Estoy desesperada!! En cualquier momento voy a enloquecer. Necesito su opinón si no es mucha molestia. Desde ya... gracias.”
Mónica I.



Estuve leyendo el mail que me enviaste Moniquita, contándome de tu sufrimiento a la hora de compartir el lecho matrimonial con tu marido, debido a que éste ni bien apoya la cabeza en la almohada comienza a roncar.
Déjame darte amiga, antes una pequeña introducción a dicho problema:
Para que se produzca el ronquido se deben dar 3 condiciones:
1. El sueño.
2. Una obstrucción respiratoria parcial o total que obliga al aire a pasar a presión para llegar a los pulmones.
3. El paladar o la lengua vibran al paso de ese aire forzado a presión.
Como consecuencia de éstos 3 puntos: El cuerpo no descansa, se deteriora la calidad de vida… de él y la tuya, provocando entre otros malestares somnolencia, estrés y hasta dolor de cabeza.



Pero… calma pequeña, no todo está perdido… tú tienes el problema y yo tengo la solución!
Pasos a seguir:
     NO comer alimentos pesados por la noche. (estamos hablando de él, tú puedes comerte una vaca si quieres, pero él, sopita sola nomás) con esto vamos a lograr que seas tú la que primero se duerma al tener el estómago lleno y que él cuando intente empezar a roncar el ruido a tripas vacías lo despierte solito. De ésta manera evitaremos el famoso codazo en las costillas junto con la frase “gordo, date vuelta que estás roncando” porque como todos sabemos, la violencia genera violencia, y hoy empezamos con un codazo y mañana no sabemos con qué seguimos.
     Hacerlo ejercitar los músculos de la garganta y la lengua. Eso lo dejo a tu criterio e imaginación, OJO, no perdiendo de vista el objetivo de que el aire pueda pasar libremente hacia los pulmones.
     Dormir de costado. Esta posición hace que el diafragma no trabaje forzado. Si te cuesta mucho que él adopte esta posición, cósele una pelota de tenis al pijamas a la altura del homóplato, esto hará que le sea incómodo dormir de espaldas y solito va a volver a ponerse de lado.
     Y la última… si eres valiente, y vaya que estoy segura que sí lo eres!!, hay una pulsera que ya salió a la venta, que le da a la persona que ronca una suave descarga eléctrica con cada ronquido. Como desconozco la personalidad de tu ser amado, te sugiero que la primera vez que se la coloques duermas en otra habitación para evitar malos tratos.

Estimada amiga, sigue mis consejos al pie de la letra y van a poder volver a dormir haciendo cucharita toda la noche.
Te saludo con cariño.
                                                              Lic. Susana Torio

(Cualquier otra consulta remitirla vía mail a susarasa@hotmail.com.ar)

miércoles

"Empresa Familiar"

Le estaba envolviendo el regalo de cumpleaños para mi hermano cuando entra mi hijo y me dice:

GERE: ¿pada quién es eso mamá?
YO: Para el tío, mañana vas a viajar con la abuela a verlo y le vas a llevar un regalito.
GERE: Ah! E una toalla para la cabeza?


(Como muchos sabemos, la situación económica no es muy buena cuando se es el único sostén de familia. Agradezco a Dios que tengo un trabajo fijo, en blanco y que me gusta mucho, pero a veces eso no alcanza, cómo no alcanzó el año pasado cuando el gordito todavía usaba pañales, entonces se me ocurrió que podía hacer unas cofias de toallas para envolvernos la cabeza las mujeres al salir del baño. Mi madre las cocía a máquina y yo les tejía unos detalles al crochet y les ponía algún botón bonito para terminar de decorarlas y después venderlas. Eso lo hacía para el verano, pero en el invierno me ponía a tejer bufandas al crochet, 2 agujas e incluso aprendí a tejer en telar (dicen que la necesidad tiene cara de hereje). No voy a decir que me llenaba de plata pero para ir pagando esa plata “tirada” en los pañales servía. Es por eso que el gordito me preguntó si le íbamos a regalar una toalla a su tío).
YO: no hijo, es una bufanda, mañana cuando llegues, le das el paquetito pero no le digas qué es, que sea una sorpresa.


Me contó mi madre que ni bien llegaron a la casa de mi hermano, lo primero que hizo el pequeño fue darle el regalo y antes de que lo abriera ya le había dicho qué era.
TIO: ¡qué linda bufanda!! ¿fuiste con tu mamá a comprarla y la elegiste vos?
GERE: noo!! La tejió ella… en el telar.
TIO: Ah! Qué bueno!! ¿y vos la ayudas a tejer?
GERE: yi, yo le digo, para ariba, para abajo, para ariba, para abajo…


Se largaron a reir todos de su respuesta y él la buscó a su abuela con la vista pidiéndole ayuda.
Entonces ella les contó: ”Y sí… es un trabajo familiar: después que llega la mamá de la oficina y tomamos mate o té, cada uno tiene su tarea. A mi me toca, ovillar la madeja y ayudar a enhebrar el telar, después la madre se pone a tejer y Gere parado a su lado le va indicando cómo tiene que mover el peine para pasar la naveta y así se va armando el tejido".
Gere, con mucha atención seguía la conversación y satisfecho con la respuesta se fue alejando para ponerse a jugar con sus primas mientras seguía diciendo… “ahora para ariba, ahora para abajo, ahora para ariba…”


Acaso no es eso una “empresa familiar”?

Su-Saraza

martes

Todo relleno!!

Que no soy buena cocinera, todo el mundo lo sabe. Pero, si uno le pone onda… a veces tampoco resulta.
Existen infinidades de libros de cocina y algunos hasta muy básicos pero todos parecen estar escritos en otro idioma para mi.



Había conocido a mi príncipe azúl y una amiga me dice “por qué no lo invitas a comer? A un hombre se lo conquista por el estómago”
Yo: “pero… si no sé hacer nada”
Ella: “ no te preocupes, lo hacemos en mi casa y yo te ayudo”.



Compré las cosas para preparar la comida:
Entrada: huevos rellenos. Primer plato: zapallitos rellenos. (si lo hacemos, lo rellenamos todo).



Herví los huevos, los zapallitos y empecé. Cuando llegó Graciela yo ya estaba por rellenar la entrada. “No Su!!, ¿cómo vas a cortar los huevos así?”
Yo:  “los corté por la mitad…”
Ella: “sí corazón pero  a lo largo, ¿cómo los paras ahora?”
Yo: “te dije que no sabía!”
Ella: “no es sabiduría.. es sentido común lo que tenés que usar”
Yo: “bueno!!, los apuntalo con fiambre para que no se note y listo!”.
 Ella: “dejame a mi, vos cuidame a Lucy mientras tanto”



Lucy era su hija, una hermosura la guacha!



Lo que trabajó esa mujer, no tiene nombre!!!, no encontraba manera de que quedaran parados los malditos huevos y lo peor es que era tarde para salir a comprar más.
También hizo ella los zapallitos mientras yo jugaba con la criaturita.
Cuando estaba poniendo la mesa nos entraron algunas dudas:
Ella: "¿le preguntaste si le gustaban los zapallitos?"
Yo: "no, pero lo he visto comer de todo… ¿a quién no le gustan los zapallitos? ¿y si dice algo de los huevos?"
Ella: "le decimos que los hice yo."



Esa es una amiga carajo!!!



Sonó el timbre y fui a atender...
El: “Ummm, qué rico olor a comida!! ¿qué hiciste?"
Yo: “Ah!! Sorpresa…"
El: “No importa, menos la ricota y los zapallitos rellenos, después... me gusta todo”



Nosotras nos miramos y palidecimos!!!



Yo:" … hice zapallitos rellenos… pero también una entrada…"
El: "no hay drama, está todo bien!!!"



Nos sentamos los cuatro a la mesa, Graciela se ofreció a servir la comida ya que YO había cocinado.



El: "Umm, qué rico que está esto. ¿quién lo hizo?"



Nos miramos entre las dos y cuando fui a abrir la boca la pequeña me ganó de mano…



“O huevito los cotó la tía Yuyana”



Pude leer el "pobre, qué inútil!!" en su mirada porque no lo volví a ver más.

Su-Saraza




jueves

Estrenando pileta



Los sábados a la noche nos juntábamos en la casa de Mariana a comer pizzas caseras, yo llevaba un porrón de cerveza para cada una y con eso nos poníamos alegres mientras nuestros hijos jugaban entre ellos.

Charlábamos de lo que habíamos hecho en la semana… boludeces, hasta que por una razón u otra siempre saltaba el tema del TERRENO que ellos tenían comprado y que todavía no se decidían qué hacer primero, si la pileta, el quincho o la casa, nunca plantar un árbol primero. Así durante un año ó más, todos los sábados consecutivos de todos los meses. Yo me ponía en piloto automático y los dejaba que ellos siguieran hablando porque era algo que nunca llegaba a nada.

Una noche, Mariana le dijo: “YO éste verano ME voy a hacer la pileta”. “hacétela, pero hasta el verano que viene no te la pinto”.
Pasaron los meses, y cada vez que nos reuníamos nuevamente, cuando escuchaba la palabra pile… yo ponía la mente en blanco harta de escuchar siempre lo mismo.



Llegó febrero y el calor era insoportable. Hice dormir a mi gordo y le mandé un mensaje “¿qué haciendo?”... “limpiando la pileta”... “¡¿qué pileta?!”... “la MIA, en qué mundo vivis?”.Me puse la malla, un short, ojotas, gorrita, agarré la bici y salí volando para el terreno.


Cuando llego… no lo podía creer!!!
Detrás de una montaña de tierra, ahí estaba ella… 10 metros de largo, por 5 de ancho, con un escalón para entrar, otro de 3 X 3, 4 escalones más para llegar al metro y medio, y por la mitad un desnivel hasta llegar a la profundidad de un metro ochenta.


Quedé A-no-na-da-da. Un muchacho musculoso estaba haciendo los últimos retoques con el material mientras Mariana desde adentro barría y limpiaba las paredes para poder llenarla.


Me saqué la ropa, le pregunté por donde entraba, “por ahí vas a ver unas maderas , pisalas y entrá”. Mientras rasqueteábamos y barríamos íbamos charlando. “¿Cuándo empezaron a hacerla?”... “hace dos meses”... “¿y yo cómo no me enteré?”... se dio vuelta y con la mirada me lo dijo… porque sos boluda!! .
Claro!!, yo cansada de escuchar hablar del tema, no presté más atención!!.
“¿y cuando la estrenamos?”... “ni bien la terminemos de limpiar, así que cállate y barré”.El albañil, terminó de pegar unos apliques para…¿para?... entonces ahí mi amiga me explicó: “cuando la pileta esté llena, ese escalón de 3 x 3 se convierte en una piletita chiquita para los bebes o para tomar sol, si te sentás en el escalón superior podemos prender los HIDROJET para hacernos masajes, los nenes juegan en la parte baja que no los tapa y si queremos nadar podemos ir a lo profundo”... “guauu, y… baño?”... “bueno… baño no tenemos, tampoco tenemos sombra, solamente montañas de tierra alrededor de la pileta, ah! y un pallet de madera para dejar las ojotas y demás cosas, todo no se puede”... “y… no”.Así que seguimos. Lavábamos por dentro, el albañil prendía el filtro para aspirar todo, nos volvía a largar agua, volvíamos a lavar y el volvía a aspirar, así hasta que quedó medianamente limpia. Áspera pero limpia.
Le abrió los grifos a todos los agujeros que tenía para llenarla y nos fuimos a buscar a los niños para meternos.


Volvimos en SU auto ,NUESTRA única sombra giratoria (porque ibamos girando a su alrededor escapandonos del sol), onda Los Campanelli, con los chicos, pelotas, regaderas, salvavidas, equipo de mate, galletitas, reposeras, toallones, protector solar, barre fondo, etc, etc..
Era tanto el calor, que el agua ya estaba tibia, nos llegaba a la cintura en la parte honda, pero a nosotros nos sobraba. ¡Era tanta la alegría que teníamos que no nos importaba la carencia de los retoques finos.
Los hijos de ella ya sabían nadar, pero el mío era la primera vez que se metía en algo tan grande. Estuvimos en ese "paraíso" hasta que se escondió el sol.


Cuando llegamos a casa Gere caminaba raro, pensé que era por el cansancio, pero al bañarlo me dice “lele dedo, lele dedo”, le miro los deditos gordos de los pies… pelados, claro!, si hasta yo tenía raspaduras por todo el cuerpo, pero bueno… no íbamos a esperar hasta el próximo año que la pudieran lijar y pintar. Así que le vendé los deditos y con el slogan de un besito y mamá todo lo cura, el gordito se durmió contento.


Al día siguiente, después de la siesta, volvimos al country, pasamos el barre fondo, dejamos chancletas en el pallet de madera y cuando quise comentarle lo de los raspones veo que no éramos los únicos, los nenes de ella se estaban metiendo con medias de toallas porque tenían los pies lastimados también.
Y bueno!!... A ponerle un poco de onda porque todo no es color de rosa en la vida. ¿Queríamos pileta? Teníamos pileta!


A mitad de la tarde, estaba sentada en el primer escalón tomando sol mientras mi retoño jugaba a mis pies, cuando se me ocurre decirle: “Mariana, habilita los chorros estos, a ver qué pasa?”... “bueno, pero mirá que no sé regu…” no terminé de escuchar la frase porque el primer latigazo me descontracturó desde la nuca hasta el coxis, gracias a Dios que Gere estaba adelante mio y alcancé a cubrirlo, no pudo decir lo mismo el hijo de ella que estaba parado donde terminaba el escalón de 3 metros, el otro chorro lo alcanzó a él y lo tiró de cabeza a la mitad de la pileta.
Desconcertado salió del agua, yo le hacía señas de que apagara todo mientras me tapaba las lolas, agarraba el corpiño y protegía a mi hijo.


Cuando volvió Mariana de la “cabina de controles”, nos encontró a todos asustados. “¿qué pasó, por qué estas en toples delante de los chicos?!”... “nada, casi morimos decapitados, parezco el zorro por la Z que me quedó grabada en la espalda y tu hijo casi muere ahogado… es bárbaro el HIDROJET pero fijate si no viene con algún librito que diga manual en la tapa antes de volver a usarlo porque si estaba tu marido parado acá lo capás de una”.
Despacio y en silencio (por el susto y el cansancio) cogimos los petates y nos vetamos del Condado.
Su-Saraza

martes

Visitando viejos amigos


Hacía tiempo que tenía pendiente una visita a mis amigos de la Capital. Así que armé un bolso a las apuradas y les avisé que al día siguiente estaría por allí.
Cristian y Roberto eran pareja. Hacía años que vivían juntos, una divinura de personas.
El departamento era un sueño, decorado con gusto, e IMPECABLE por donde se mirara, diría que demasiado limpio (barrían, lavaban el piso y después de repasar los muebles pasaban la aspiradora por si les había quedado alguna peluza, ¡¡¡cosa de locos!!!!) Me daba miedo comer allí por temor a que se me cayera alguna miga. Y no hay peor cosa que temer que ocurra algo porque… ocurre.

Una noche, Roberto preparó la comida, estábamos los dos solos porque Cristian volvería tarde del centro. Yo puse la mesa, muy cuidadosamente: sacaba las cosas de la heladera y las agarraba con las dos manos para que no se me cayera nada, creo que gasté las baldosas yendo de la cocina al comedor. Él se reía por mi exageración mientras me miraba de reojo.
Cenamos y nos charlamos todos. Levantamos la mesa, y mientras él preparaba el café yo lavaba los platos (contracturada desde la nuca hasta el huesito dulce).

Roberto puso “hola Susana”, prendimos un cigarrillo, con un cafecito cada uno en la mano y los infaltables chocolatitos. Nos sentamos en un sillón a mirarla.
Terminó el programa, y Roberto se fue a dormir no sin antes recordarme “que tenes cenicero en el apoya brazos, querida, no sea cosa que sin querer…”
“No te preocupes, en un ratito más ya me acuesto”.
Me dio un beso y se fue a dormir. Hice un zapping y me enganché con una película empezada.
A los minutos, me agarró sueño, apagué la tele, limpié el cenicero y… me acordé que había sobrado un trozo de torta que habíamos comprado para los mates de esa tarde, y era taann empalagosa que la tuvimos que comer en sandwiches con masitas saladas. Saqué la bandejita de plástico de la heladera, platito y tenedor y me senté en la impecable mesa del living no sin antes
poner un individual (por las dudas).
Me comí una porción generosa, miré la hora, Cristian debía llegar en cualquier momento pero el sueño no me dejaba esperarlo.
Me puse de pie, agarre el platito con el tenedor sucio de crema en una mano y la bandejita de plástico en la otra… y … cuando quise acordar… plin!!... el tenedor iba camino al piso, los reflejos me funcionaron pero tarde, cuando quise manotearlo, la bandeja se dio vuelta y la torta cayó arriba de la carpeta tejida al crochet por la madre de Roberto.
Lo único que atiné fue a agarrarme la cabeza, lo veía saliendo de la pieza con los ojos desorbitados, rojos de sangre y despidiendo espuma por la boca, mientras Cristian entraba al departamento y al ver semejante cuadro se desplomaba de un ataque al corazón.
Volví rápido a la realidad y levanté el tenedor, corriendo lo dejé en la cocina mientras traia la rejilla. Al dar vuelta la torta ví que habían quedado los motivos del crochet incrustados en la crema y viceversa, corriendo volví a la cocina a buscar un tenedor limpio para hacerle unas rayas y borrar el dibujo del tejido. Con la rejilla limpie el camino de mesa y después el piso.

Creo que en esos minutos adelgacé 4 kilos. Me di una ducha para tratar de relajarme y me fui a dormir.

A la mañana siguiente, último día de mis vacaciones, me despertó un agradable olor a tostadas, me levanté en pijamas a desayunar con ellos. No me animaba a levantar la vista pero los ojos de Roberto me taladraban la cara… hasta que preguntó:
“¿qué fue ese ruido anoche? No me digas nada, se te cayó el cenicero al piso".
Cristian nos miraba sin entender.
Con orgullo, levanté la mirada y le contesté: “sí, pero no se me rompió, y por más que busques no vas a encontrar ni una partícula de ceniza”
Y como un viento, giré la conversación “vos, llegaste tarde Cris?”


Esa noche me acompañaron a la terminal, nos despedimos con lágrimas en los ojos. Fui la última en subirme al colectivo, volví a abrazarlos y besarlos, primero a Cris mientras miraba al colectivero que me hacía señas para irnos, por último a Rob que era el más cascarrabias… entonces descargué todo mi conciencia sucia “cuando vuelvas al departamento, fijate el caminito de mesa, porque te lo dejé almidonado con la crema de la torta que se me cayó anoche”

Subí rápido y me senté. Me asomé por la ventanilla para saludarlos y Roberto todavía no había reaccionado. Cuando salía de la dársena el coche, se escuchó: “te voyyyyyyyyyyy a matar conchhhh inmundaaaaaaaaa, te voy a matar!!!!!!!!!!!!!!”
PD: Aunque no lo crean, hoy me mandó un saludito por el Día del Amigo. ¿No es tierno?
Su-Saraza

jueves

Historia de 3°: a diciembre, a marzo, a diciembre...

Secundaria, 3° año, la edad justa de querer llevarme el mundo por delante. ¿cómo me hacían entender que DEBIA estudiar historia?, si encima teníamos una profesora (cierro los ojos y la veo a la yegua!) que se sabía hasta el número de las páginas del libro.
Nos sentábamos en bancos individuales, adelante de todo, yo (para que se ubiquen geográficamente) del lado de la pared y Patricia a mi derecha, a unos centímetros.

Llegaba la profe, se sentaba sobre el escritorio y empezaba hablar, hablar, hablar, fechas: día, mes y año. ¿no alcanzaba sólo con el año? ¡NOOOO!!, no le alcanzaba. Cada tanto nos miraba para ver si prestábamos atención y nosotros asentíamos con la cabeza como diciendo, tenés razón, tenés razón.

Cuando llegó el segundo cuatrimestre. Tuvimos nuestra última evaluación. Estudié todo, pero no le dí importancia a las fechas, es cómo que las repasé nada más.
El día de la prueba, le pregunté a Patricia si había estudiado y me dijo: “poco, vos mirá, que yo me voy a copiar”, pensé que me estaba cargando.
Nos entregó las hojas con las preguntas mientras acomodábamos los útiles, y cuando pasó a la fila de atrás, la carpeta de Patricia era un abanico de cómo la abría y cerraba.
Miro mi hoja… cuatro preguntas nada más, PERO de 0,25 puntos cada una!!.
1- ¿ Que acontecimiento se llevo a cabo el 25 de mayo de 1810? (pan comido, 0.25)
2- ¿ En el año 1813, se convocó a una Asamblea… especifique día y mes. (la dejo para después…)
Miro de reojo, y Patricia me echaba viento con las hojas, mientras la vieja caminaba entre los bancos, empecé a ponerme nerviosa porque en cualquier momento la pescaba.
3- ¿Cuántas veces fue reformada la Constitución?. Nombrar todos los años. (bueno, si me falta alguno, capaz que zafo… 0.25, no… 0.15?)
4- ¿Cuántos presidentes constitucionales hubo en la Argentina desde 1983?
Cuando estaba a punto de contestarla, Patricia, era una más de LOS LOCOMIA.
Se levanta, y me dice por lo bajo: “aprendé chiquita” y dejó la hoja en el escritorio, unos segundos después la profe nos avisa que se terminó el tiempo.

Camino a nuestra casa, no le quería hablar, porque si decía algo le tenía que pegar, aunque en el fondo no dejaba de admirarle semejante coraje. La boluda era yo…!
Obviamente que al entregarnos las notas, ella sacó 8,75... “por apurada Patricia”
Yo, la mandíbula por el piso tenía de escuchar a la profe.
Qué lástima Su!, nos veremos en diciembre”

Para diciembre me estudié solamente las fechas. Cuando me entregó la nota me dice:
“Sé que estudiaste, pero de memoria, y de memoria no sirve, así que prefiero verte en marzo”
En aquella época una no se atrevía a contrariar a la profesora, hoy en día, la dejás sin dientes directamente.

Camino a mi casa iba ensayando qué era lo que iba a decir, la verdad no me la iban a creer, así que opté por: “por 0,25 me la llevo previa”.
Las vacaciones fueron un infierno de la echada en cara “je, por no estudiar cuando debía!, ahora vamos a ver cómo se las arregla en marzo la viva! Pero no!!, cuando uno habla…” (la cabeza como un bombo que quedó)

… Y llegó marzo, y me fui preparada con un “machetito” adentro de la cartuchera.
Ni bien me dio la hoja, esperé que se alejara un poco y lo saqué, nunca tuve en cuenta que no se alejó, sino que se apoyó en el banco que estaba detrás mio.
Tengo que reconocer que no me hizo pasar papelones, fue buena, se me acercó, y me dijo al oído
“no nos vemos en marzo venga directamente en diciembre y cuando salga, tire el machete en el cesto de la basura por favor”

Patricia me estaba esperando afuera, no necesité decirle nada. “¿querés que te acompañe hasta tu casa?” “por qué, querés ver cuando me peguen?” y nos largamos a reir, ella por mi ocurrencia, yo del susto.

Empezamos a cursar 4°. Por suerte, todo bien, no la tenía más de profesora, pero… la vería antes de terminar el año.
Una mañana, al final del pasillo, leo en la pizarra donde todos dejaban mensajes, un recorte periodístico que decía “la mejor manera de hacerse un machete es pegárselo en las piernas, los profesores NO le pueden pedir al alumno bajo ningún concepto que se levante el delantal” ésta es la mía, me dije. Y ahí fue donde me relajé y me olvidé de historia de 3°.

La mañana que me presenté a rendir, fui a la biblioteca con mi machetito y la bibliotecaria (una mujer re gamba) me prestó cinta para pegármelo. “estás segura de lo que vas a hacer? Mirá que es peligroso” “Vos… fumá” (típica frase de los superados…).

Entré al salón, me senté en el mismo banco de siempre, entregó las preguntas, y empecé a escribir. Cuando se me complicaba un poco, me subía apenas el delantal y miraba el papelito…
Solamente dos veces lo pude hacer, cuando me tiré a una tercera… se escucha desde el fondo del salón: "ZARAZA!!! INMEDIATAMENTE, SE SACA EL PAPEL QUE TIENE PEGADO EN LAS PIERNAS O VOY YO Y LA DEPILO DE UN TIRON!!!"
(Pero…no era que los profesores no podían…? Los profesores no, pero las profesoras SI)

Me sentí Kate Winslet en TITANIC pero sin Di Caprio.

Volví en marzo, volví en diciembre, volví en marzo… y antes fin de año se había jubilado, y yo a punto de alcanzarla.

Volví en diciembre… APROBADA!!!
Salgo del colegio... Patricia en la motoneta del padre esperándome: "subí que te llevo chiquita"
Cómo negarme a semejante gesto... "eso sí, no le aviso a nadie cuando vayamos a doblar"
Su-Saraza

lunes

Misión Cumplida!!!


Con patricia nos conocemos desde los 13 años. Su familia tenía en esa época una panadería y su padre una motoneta con un carrito atrás para hacer el reparto de sus productos a los mercados minoristas.
A veces le tocaba ese trabajo a Patricia. Como no quería ir sola, pasaba a buscarme.
Yo salía, me sentaba a su izquierda, pero en el borde del carrito, agarradita bien fuerte para no caerme.
Ni bien tomaba un poco de velocidad, una nube gris nos envolvía, era el humo del caño de escape, parecía que íbamos fumigando el pueblo.
Parábamos en la rotisería, bajábamos el pedido. Siempre dejando en marcha la moto por si no nos volvía a arrancar. Nuevamente se sentaba al volante, perdón, al manubrio, yo en el carrito y seguíamos.
Eran otros tiempos, no nos importaba hacer el ridículo, hoy, una chica de 13 años ni apuntándole con un arma se sienta en MI lugar, pero yo me sentía toda una postulante para reina.
Al llegar a la esquina, ella me decía: “fijate si no viene nadie atrás nuestro” (no tenía espejos la moto)
“Sí, viene un auto a media cuadra”
“Avisale que vamos a doblar para la izquierda”
Y yo, aleteando con el brazo izquierdo, le hacía señas.
A la cuadra siguiente, doblábamos para la derecha. Así que aleteaba para la derecha…
Cuando terminábamos el reparto, me dejaba en mi casa (obviamente que iba derecho a bañarme porque la baranda a nafta y aceite quemado que me quedaba era insoportable), y ella, se iba a la suya.
Así, dos, o tres veces por semana repetíamos el ritual.
A veces alguien nos gritaba algo, pero como la moto tenía roto el caño de escape no escuchábamos bien qué era, igualmente, nosotros por educación, saludábamos con la mano.
Una mañana, después del recorrido, paramos en la fábrica para ver si había algo más que llevar y de la construcción de al lado, un albañil nos dice “ahí llegan, la REINA y el chofer” y otro acota… “sí, ¿reina?, pero DE EL LORITO BARRANQUERO”.
Riéndonos, le dije, ¿viste…? estoy perdiendo imagen a tu lado…
En eso se asoma por la puerta el padre de Pato, un hombre de carácter duro, y nos grita: “déjense de pavear que están esperando el pan en el almacén, pelotudas de mier…”
Patricia puso en marcha la moto, yo… canchera, de un saltito me senté en mi TRONO, les tiré un beso a los albañiles con la mano derecha mientras que con el brazo izquierdo empecé a aletear para avisarle a la camioneta que se acercaba que íbamos a salir.
Con la sonrisa de lado a lado, el pelo como un carpincho por la velocidad volvíamos a cumplir con nuestra MISIÓN.
Su-Saraza

martes

Despistes

Despiste 1

Una tarde de verano de esas en que el calor se torna insoportable, después de hacer mil cosas a la vez: poner a lavar ropa, barrer, tender la cama, limpiar el baño, etc. etc., necesitaba tomar un poco de aire fresco, algo imposible dentro del departamento donde vivía, decidí bajar descalza las escaleras y sentarme en el umbral de la puerta. En la calle no andaba un alma!
Con el mentón entre las manos y los codos apoyados en las rodillas, dejé volar mi imaginación… estaba en cualquier lugar fresco, metida en cualquier charquito de agua, escuchando el canto de los pájaros, en el aire se sentía un agradable aroma a… a… snif snif… café, ¿café? ¡qué loco! ¿a quién se le ocurre tomar café con semejante calor?, y bueno!, cada loco con su tema. Sacudí la cabeza volviendo a la realidad, me paré y con mucha fiaca empecé a subir las escaleras, para entrar en el “horno” nuevamente. El olor a café cada vez era más intenso.
Ni bien abrí la puerta del departamento, el humo se me vino encima, corrí hasta la cocina… y ahí estaba el olor a CAFÉ… antes de sentarme afuera había puesto a hervir unas remolachas!!!
Con toda la bronca encima, arrimé el tacho de la basura, tiré el carbón de las remolachas, la olla, mi charquito de agua, el canto de los pájaros… y mi olfato. Café! ¿a quién se le va a ocurrir?





Despiste 2
Me levanté temprano porque tenía que ir a Eden a pagar la luz vencida, luchando con mi hija que no quería vestirse, después que no quería salir, cuando la convencí,salimos, tanteo en la cartera a ver si llevaba la billetera, sí, pero, me olvidé el recibo, tuve que volver a buscarlo..
Llegamos a la oficina y había una cola impresionante!, los empleados charlando entre ellos, la nena subiéndose a las sillas, pidiéndome caramelos que no tenía, la fila parecía no moverse, el que estaba adelante mio me hace un comentario, yo no tenía ganas de hablar, atrás había otra persona con otro problema que a mi no me interesaba escuchar. Me quedé inmovil, era una momia que solo revoleaba los ojos para pispear al "pequeño demonio" que no se quedaba quieta.... ¿mi hija?
Ah! Por fin encontró otro nene con quien jugar.
Los minutos pasaban, nosotros nos movíamos lentamente, quedaban dos personas y ya me tocaba el turno a mi.
Ah bueno, ya era hora! Me hicieron los papeles, pasé para otra "cola", esperé un rato más (total, que más daba) pagué y salí.
Cuando iba a mitad de cuadra siento que alguien detrás mio gritaba
Señora! Señora!, no le dí importancia y apuré el paso pensando en todas las cosas que me faltaban por hacer todavía.
Señora! Señora!, me dí vuelta… a mi?
Señora.... se olvida la nena!!!

Qué?! Ustedes nunca se olvidaron nada?
Su-Saraza

lunes

Vivir en un departamento

Y sí… la convivencia no es fácil, ni con la pareja ni con los vecinos.

Cuando Melona, tendría dos años más o menos, con mi marido, ahora EX, pero padre de mi hija, conseguimos un departamento para mudarnos los 3 solos. Vivir con su familia ya se estaba tornando difícil pero no nos quedaba otra opción. Así que ni bien ahorramos unos pesitos nos fuimos a estrenar nido.
Encontramos un departamento en un primer piso, en realidad eran dos deptos., uno abajo y el nuestro arriba con una terraza y sin ninguna planta que nos diera un poquito de sombra, tal es así que en el verano era imposible salir afuera antes de las 8 de la tarde, es decir, salir, salías, el tema era volver a entrar. Agarrar el picaporte era el problema, la primera vez puede pasar, como me pasó a mi, que me acordé que había dejado una remera tendida la noche anterior y salí corriendo a entrarla (no sé para qué tanto apuro si total el sol ya la había acartonado, pero son esos reflejos boludos que una tiene) descalza, en bombacha y remera (total nadie anda caminando mirando el cielo, siempre nos enseñaron a mirar para abajo para no tropezar y caernos).
Ni bien salí, media agachada por si justo pasaba alguien por la calle, sentí el fuego entrando por los dedos de mis pies, de un tirón descolgué la remera y giré 180° para emprender la retirada, me duró poco el apuro al chocarme con la puerta cerrada. Ahí empezó la danza india: con las rodillas flexionadas, levantando el pie izquierdo, apoyándome en el derecho, apoyando el izquierdo, levantando el derecho con la remera bajo el sobaco intentando abrir la puerta sin tocar el picaporte, gritando pero despacio ABRIME QUE ME QUEMOOOO!!!! … Sé qué están pensando… no, no se me ocurrió usar la remera de manopla, si se me hubiese ocurrido, horas más tarde podría sentarme sola en el inodoro y no esperar a hubiera alguien para gritar YA ESTAAAA!!! Para que fueran a limpiarme el traste.
Aprendiendo ésta primera lección, las siguientes las podría manejar de taquito, o por lo menos eso creía.

Una mañana, nublada, tendí la ropa, dejé a Melona en la guardería y me fui a trabajar. Tenía toda la pinta de que en cualquier momento se iba a largar a llover… en cambio empezó a soplar una pequeña brisa que se fue asentuando con el correr de las horas. De más está decir que no pude concentrarme para nada en los papeles pensando adónde tendría que ir a buscar la ropa ésta vez, no veía el momento de que fueran las 12 (hora de salida).
Cu cu, cu, cu!! Por fín!, manoteé la cartera y salí volando para el depto, busqué a Melona en la guardería, la senté, abroché el cinturón de su sillita y seguí pedaleando, “a flequillo partido” iba.
- Mamá po favo podé maneja con cuidado?.

Llegamos, la bajé, subí las escaleras corriendo, le tiré los chiches en el piso no sin antes decirle que yo iba a juntar la ropa, que ella cantara mientras tanto (así yo escuchaba desde afuera) y con el corazón en la boca salí a recoger la ropa (pensando en que tendría que ir por lo de los vecinos a pedirles que me dejaran entrar a …) Oh! Sorpresa!! Estaba todaaa, a punto de volarse, pero toda.
- Seguí cantando que mamá ya entra.

Y mientras la escuchaba, me dispuse a juntar la ropa.
Por el rabillo del ojo, veo algo que se movia en el terreno de al lado, en el patio del taller de chapa y pinturas. Giré la cabeza como una lechuza y agudicé la vista…. Me quería morirrrrrr!!!!. Una colales mía estaba flameando en la antena de uno de los autos que tenían para pintar!!!
¿qué hago? ¿la dejo? Total no es nueva. Sí, la dejo. ¿Pero después con qué cara saludo a los hombres que trabajan allí?. … Melona seguía cantando, mi marido no venía a comer. Entré corriendo a dejar la ropa que tenía en las manos y a poner a calentar la comida para darle a la criatura, pobre santa, pensé que iba a dedicarse al canto de grande, pero creo que la traumé. El corazón me latía fuerte, la conciencia no me dejaba en paz. ¿qué hago?.
Esta decidido! La realidad me golpeaba la cara y no la quería ver: tenía que sacarla de ahí porque era OBVIO que se había caído de mi terraza, de qué otra manera podía haber llegado? La tengo que sacar.
Volví a salir. – Mel, podés cantar de nuevo?
- Poque mami? Ya canté
- Cantá eh… porque me gusta la del payaso plin plin.
- E payayo…
Salí rápido para afuera, agarré una escoba, me trepé al paredón, me tiré de panza sobre la pared de la terraza para tratar de pescar el calzón con el palo… no llego.
Algo más largo necesito”, entré saqué las cortinas, agarré el barral. Melona justo terminaba el payaso plin plin y seguía con el elefante trompita. Está todo en orden acá adentro, revolví la comida, y salí otra vez a la pesca. Trepar paredón, tirarme de panza con el barral en mano, vamos que llego, vamos que llego… la ATRAPE!!! Justo en ese momento me doy cuenta del silencio total.
Con el corazón (y calzón en la mano) grité MELONA!!! (nada), MELONA!!!, entré hecha un trompo, pensando lo peor.
La encuentro paradita, rodeada de juguetes con esos ojos celestes bien abiertos por el asombro al escucharme gritar como una loca su nombre.
- ¿Por qué dejaste de cantar Melona?
- Poque ya no me sabo ota

La agarré y abracé fuerte contra mí. Y se me cayeron unas lágrimas de agradecimiento (porque no le pasó nada), cansancio (por todas las corridas que hice), dolor (por las raspaduras hechas por el tapial en las rodillas y la panza), triunfo (porque recuperé mi bombachita, que a pesar de no estar nueva, todavía a alguien calentaba).
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La vida seguía su cauce, tranquila, adaptándonos a nosotros mismos, al ambiente (un poco de olor a cloacas a veces, otras a humedad), a los vecinos. En Fín… lo que se puede decir un paraíso.
En el depto de abajo vivía una mujer sola, que prácticamente no estaba en todo el día, pero, siempre hay un pero, tenía una perrita que le hacía compañía, una perrita chiquita, que un día encontró en la calle y la adoptó. El único inconveniente era que no tenía prácticamente patio, solamente un pedacito donde tendía la ropa y dejaba el can para que no quedara adentro, justo DEBAJO de MI ventana de la cocina, donde pasábamos la mayoría del tiempo nosotros.
Sé que ese no era problema mío, MI problema empezaba cuando llegaba yo del trabajo, almorzábamos, Fernando se acostaba un ratito para hacer dormir a Melona mientras yo limpiaba la cocina rapidito porque a las 2:00 pm empezaba la novela (único momento en el día que tenia para MI)
Ni bien, apoyaba el culo en la única reposera que teníamos, (todavía no nos habíamos podido comprar sillones), empezaba a ladrar la linda perrita. Imagínense el ladrido en ese pedacito de patio cómo retumbaba en nuestro departamento.
Si subía el volumen del televisor despertaba a la nena, así que me asomaba por la terraza, le chistaba para hacerla callar y volvía a entrar.
Me volvía a sentar, justo en la propaganda, empezaba el siguiente capítulo y otra vez… guau, guau, guau!!!
Conclusión: me perdía la mitad de la novela.
Así todos los santos días!, ni que supiera que era yo la que estaba frente a la tele, porque los domingos, cuando EL miraba las carreras (entre mí pensaba: ahora vas a ver lo que se siente no poder mirar tranquilo algo) la SEÑORITA, se quedaba calladita la boca.
Al mes ya no la soportaba más!!!!!, la quería matar.
- Calmate gorda, son ideas tuyas. Estas muy al pedo a la tarde y te das manija. ¿Buscate alguna actividad para hacer en vez de desquitártelas con el perro?
Para qué, era como meterme el dedo en la herida y revolverlo…, al pedo… yo … otra actividad.
A la tarde, llevé a Melona a la plaza, con la idea de juntar algunos cascotitos chicos para revoleárselos al día siguiente a la fiera. Encontré algunos que fui guardando en el bolsillo haciéndome la boluda (papel que me sale muy bien), con tan mala suerte que esa noche, cuando me saqué la ropa para acostarme se me cayeron al piso…
- ¿ Qué es todo esto?
- ¿Qué cosa?
- No te hagas la boluda, todas estas piedras… no estarás pensando..
- Por favor!, lo único que me falta…
- Sí, lo único que nos falta es tener problemas con la pobre vieja de abajo porque la señorita no puede mirar la novela.
Nos acostamos, espalda con espalda, uno enojado con el otro.

Lo dejé pasar dos días, porque antes de irse al trabajo miraba para el patio de abajo para ver si no había cascotes tirados.
Esa tarde, esperé que se fuera a dormir la siesta con la nena, puse la novela y ni bien hizo gua, abrí el congelador, saqué una cubetera, salí a la terraza y empecé a tirotearle con los cubitos, ay, ay, ay, se escuchaba nada más, volví a entrar y por primera vez en mucho tiempo pude ver cómo seguía la novela. En la propaganda me volví a asomar para ver si había rastros del tiroteo… nada, simplemente varios charquitos de agua que iban evaporándose de a poco.
Al día siguiente a la misma hora, ya tenía la artillería armada para volver a atacar, con tal mala suerte, que ni bien entro al depto con la cubetera vacía en la mano, me lo encuentro a mi marido asomado a la ventana mirando el espectáculo.
Hundida!! Dije para mis adentros, con la cola entre las patas, pasé a su lado, apagué el televisor y me fui a dormir la siesta.

Su-Saraza