Lucía y José María se conocieron en la universidad cuando estudiaban ciencias económicas en La Plata.
Ella era del interior de la provincia, sus padres tenían campos y vivían en la ciudad... y él vivía en Capital.
Lucía era una mujercita tímida, menuda, de unos hermosos ojos celestes. José María era todo un Don Juan, muy opuesto a ella... pero como todo lo opuesto terminaron atrayéndose.
Y así empezaron a salir, nada serio, por parte de él...aunque a Lucy se le trizara el corazón, lo aceptaba porque era su amor.
Se graduaron, consiguieron buenos trabajos, pero así y todo José María no aceptaba el compromiso. Ésta fue la razón que la llevó a Lucía a tomar la decisión de regresar a su ciudad natal. Tiró currículums, volvió a vivir con sus padres, -era una manera de decir, ellos estaban la mayor parte del tiempo en el campo así que la casa de la ciudad le quedaba toda para ella- y encontró un muy buen trabajo.
Recuperó la relación con sus viejos amigos y se hizo de nuevos. Fue allí donde conoció a Germán, diez años menor que ella. Comenzaron una relación que parecía no conducir a nada, la cual terminó en casamiento. Nació su primer hijo Nicolás el mismo día del cumpleaños de Germán y su madre!!
Se llevaban de maravillas, parecían nacidos el uno para el otro. No existía en el mundo una persona más tranquila y buena que él.
Se hizo cargo del manejo del campo que en vida les donó su suegro, ella seguía trabajando en la empresa pero part-time, haciendo alguna que otra auditoría para poder estar más tiempo junto a su hijo. Se compraron una casa antigua, la remodelaron a su gusto. Recorrieron el país yendose de vacaciones, pasaron a países limítrofes... y volvieron con otro ser en la panza de Lucy..
Atrás quedó la historia con José María...
(continúa...)
Su-Saraza

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