Nació Martin, un bebé hermoso, con los ojos del color del cielo como su madre.
Crecieron sanos y felices. Eran la envidia de todos!!. Siempre los 4 juntos para todos lados, muy unidos.
Martin comenzó el jardín, después el colegio, Nicolás le llevaba casi dos años... era bueno jugando al fútbol y le gustaba.
En Diciembre tenía un partido importante a 200 km de la ciudad. Todos la delegación fue en colectivo mientras los padres iban acompañándolos en auto.
Germán invitó a sus padres para ir a ver jugar a los nietos, el orgulloso abuelo aceptó aprovechando la oportunidad para estrenar el auto que había comprado.
Disfrutaron del partido. Los niños volvieron todos juntos y los padres detrás.
A regañadientes del pedido de su padre, Germán aceptó manejar el auto para "probarlo". Si había algo que lo caracterizaba era su prudencia, sobre todo en la ruta.
50 km. antes de llegar a destino, un camión que venía delante de ellos hace una mala maniobra y... el auto choca contra él.
El único que estaba en condiciones de socorrer a los 3 adultos fue el abuelo. Su esposa y Lucy venían en el asiento de atrás... pero Germán fue el más perjudicado.
Los chicos llegaron a destino cuando los bomberos salían al operativo.
A los minutos, la noticia estremeció a la ciudad, Nico y Martin no entendían por qué los tíos los llevaban a su casa, preguntaron qué pasó y muy cuidadosamente les dijeron que sus padres habían sufrido un accidente pero que estaban bien.
La realidad era otra... Lucy y su suegra se habían quebrado la cadera... pero Germán, él sí que estaba grave... fue derivado a una clínica de alta complejidad a 250 km. del siniestro, sólo, su padre -único ileso- tuvo que quedarse a cuidar y contener a las mujeres.
Pasaron los días, las mujeres siguieron internada mientras a Germán lo tenían en coma farmacológico, las posibilidades de vida eran nulas, pero las cadenas de oraciones y los deseos de sus amigos ayudaban a que Lucía no perdiera las esperanzas.
Los hijos pudieron visitar a su madre, se quedaron tranquilos con las explicaciones que les dio sobre el por qué no podían ver al padre y que mientras tanto iban a tener que vivir unos días en la casa de los tíos. A regañadientes aceptaron la realidad.
Se acercaba el cumpleaños de Martín, Lucy pidió que se lo festejaran, que fuera un día normal para él. Nicolás no quiso ir más a futbol, se sentía culpable por el accidente ocurrido, ya que de no ser porque él jugaba ni sus padres ni abuelos hubiesen ido a verlo.
Transcurrieron las semanas, las mujeres internadas sin poder moverse... y de Germán no había noticias... seguía igual.
Llegó el día del cumpleaños, Martín lo estaba festejando, su madre seguía el festejo conectada al celular... cuando entra su suegro y le da la terrible noticia del deceso de su amor...
(continúa...)
Su-Saraza

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