Con Pablo nos criamos juntos, desde muy chicos, éramos de esos amigos inseparable si los hay. Hací durante años hasta llegar a la adolescencia. Salíamos al boliche pero el muy guacho no me daba bolilla, si yo quería bailar, me alejaba porque le espantaba las "minitas", eso sí, ni bien terminaba la tertulia, estaba afuera como un perro guardían para acompañarme a mi casa. Sana y salva.
Una noche, sentados conversando sobre nuestros sueños me dijo que yo le gustaba mucho... la verdad, semejante declaración me sorprendió como me sorprendió el primer beso que me dio... y que me gustó...
Yo no quería que se rompiera nuestra amistad, pero fui debil y caí como una tonta!
Lamentablemente lo nuestro no duró nada, al contrario perdimos la amistad y lo poco que teníamos.
Dos años pasaron desde esa declaración y casi me muero de dolor al enterarme de que se casaba con otra chica del barrio... verlos juntos, felices... esa imagen nunca me la voy a olvidar. Desde ese instante jamás nos volvimos a hablar.
El sigue viviendo en el mismo barrio y estoy segura que a mi me tiene en un rinconcito de su corazón... igual que yo a él.
Una noche me enteré que él estaba internado, casi a punto de morir. Yo tenía conocidos en la clínica y usando mis influencias, después que se retiraron sus afectos, me dejaron pasar... era muy tarde.
Pablo estaba inconciente, lleno de tubos, me senté a su lado, le agarré la mano, se la acaricie y le susurré..
- Pablo... soy yo, Clarisa, sólo pasé a saludarte, a pedirte que estés bien... no sé si me escuchas... pero quiero decirte que todavía te amo.
Le besé la frente y salí... angustiada por la situación pero con mi conciencia tranquila por haberle desnudado mi corazón, quizás esa fuera la última vez que lo vería con vida.
Nunca supe si se enteró que estuve esa noche con él... pero al día siguiente despertó del coma... fue algo lindo y misterioso a la vez...
Es el día de hoy que mi Ser sabe cuando algo le pasa...
Su-Saraza

No hay comentarios:
Publicar un comentario